Una de las
primeras investigaciones sobre la transmisión asintomáticas no deja dudas sobre
el potencial expansivo del coronavirus. La única manera de frenarlo, según los
especialistas, es con medidas extremas como el confinamiento que han decidido
aplicar países como Italia o España.
18 de
marzo de 2020
CORONAVIRUS
Para medir
la velocidad de una epidemia, los científicos se basan principalmente en dos
aspectos: el número de personas que infecta cada portador del virus y el tiempo
que tarda en propagarse. El primer concepto se denomina 'número de
reproducción', mientras que el segundo es el 'intervalo en serie'. La
vertiginosa curva de contagios de la última cepa de coronavirus hace pensar que
este nuevo agente infeccioso cuenta con las dos cualidades, lo que no imaginaba
la comunidad científica es que su capacidad de ataque podría ser altamente
efectiva incluso cuando el portador no muestra síntomas.
Un equipo
de investigadores de enfermedades infecciosas de la Universidad de Texas en
Austin querían averiguar cuál era esa tasa de infección con independencia de la
sintomatología, y descubrieron algo sorprendente: el tiempo de contagio entre
casos de una cadena de transmisión de menos de una semana, y más del 10% de los
pacientes se infectan por alguien que ni siquiera presenta síntomas, lo que da
una idea de la extrema velocidad que de transmisión que adquiere el coronavirus
en muy poco tiempo.
UN SEGUNDO CONTAGIO CADA CUATRO
DÍAS
Para medir
el intervalo en serie, los científicos observan el tiempo que tardan los
síntomas en aparecer en dos personas con el virus: la que infecta a otra y la
segunda persona infectada. Los investigadores encontraron que, en China, el
promedio de contagio era de unos cuatros días, lo que da una idea de la
capacidad exponencial de transmisión del patógeno.
Los científicos
comprobaron que, en China, el promedio de contagio era de unos cuatros días.
La
profesora Lauren Ancel Meyers, involucrada en el estudio, compara la velocidad
de propagación del coronavirus con el del Ébola, cuyo intervalo de propagación
dura varias semanas. "Ante semejante amenaza no hay más remedio de
movernos rápidamente", asevera la especialista, quien, junto a su equipo,
examinó más de 450 informes de casos de infecciones de 93 ciudades en China,
con información extrapolada sobre las cadenas de transmisión de personas
infectadas basadas en sus declaraciones.
PACIENTES SIN SÍNTOMAS
La
investigación, publicada en la revista Emerging Infectious Diseases, es uno de
los primeros estudios que recoge las transmisoras asintomáticas del nuevo
coronavirus, por lo que podría servir a las autoridades para hacerse una idea
de las dimensiones de la amenaza. Sus conclusiones son claras: hasta el 10% de
todos los contagios procedían de un paciente que no presentaba síntomas de la
enfermedad.
"La
transmisión asintomática hace que la contención del virus sea tremendamente
complicada", asevera Meyers en una nota de prensa de la Universidad de
Texas, lo que justificaría, según los especialistas, las medidas de control más
drásticas, como las cuarentenas, los confinamientos o las restricciones de
viajes. "Nuestros descubrimientos quedan sobradamente probados por el
crecimiento exponencial de los casos en todo el mundo, que solo pueden frenarse
con ayuda de medidas extremas", sentencia la especialista.

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