ESTAS
TRIBUS TIENEN UNA MUY BUENA RAZÓN PARA TATUAR EL ROSTRO DE SUS HIJAS
Años
atrás, las tribus en la provincia de Chin, en Myanmar, comenzaron a tatuar el
rostro de las mujeres jóvenes. Algunos registros fotográficos muestran a las
mujeres, ya mayores, luciendo sus complicados diseños:
Te
preguntarás qué es lo que motiva esta llamativa y curiosa práctica, y lo cierto
es que la explicación es bastante original.
Al igual que en muchas otras culturas, los hombres de la realeza podían
escoger casarse con quienes quisieran. Y, por supuesto, podían hacerlo en el
momento en que se les presentara el antojo: simplemente aparecían, observaban y
tomaban a su próxima esposa a modo de capricho. Para la gente del pueblo, esto
significaba permitir que merodeadores y príncipes vecinos rompieran su corazón
al llevarse a sus pequeñas sin previo aviso…
Obviamente,
no podían esperar luchar contra esa injusticia y ganar. Sabían que serían
aplastados. Así que tuvieron que buscar una solución más creativa. Los padres
de las mujeres comenzaron a tatuar las caras de sus jóvenes hijas. Porque
claro, ahora, ¿qué príncipe las querría como esposas?
Pero
entonces se produjo un fascinante evolución. Al pasar los años, lo que
inicialmente estaba destinado a hacer las mujeres indeseables, comenzó a tener
el efecto contrario. Con el tiempo, los tatuajes faciales se convirtieron en
signo de belleza y de atractivo. Y así, estos rostros tatuados se instauraron
como tradición, profundamente arraigada en la cultura local:
Es
importante destacar que estos tatuajes no han sido ya necesarios para evitar
matrimonios no deseados, porque la práctica, afortunadamente, está prohibida
desde hace varias décadas. Pero como hemos visto aquí, muchas mujeres de la
vieja generación en Chin todavía llevan sus marcas increíbles.









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