HUNDIRSE
O NADAR
Los
arquitectos de la exposición fotográfica “Sink Or Swim: Designing for a Sea
Change” (“Húndete o Nada: Diseñando para el cambio marino”) ubicada en el
espacio Annenberg, han llevado su talento hasta aquellos lugares afectados por
devastadoras tormentas y el aumento del nivel del mar. Sus ideas además podrían
revolucionar el futuro del diseño.
“Tenemos
diseñadores congregados en torno a una filosofía emergente que establece que la
corriente modernista típica del edificio no es la adecuada para el desafío que
enfrentamos, por lo que la forma en que construimos se tiene que volver a
pensar”, dijo el conservador de la exposición, Frances Anderton. Las
innovaciones que aparecen en la exposición (las que incluyen casas y escuelas
flotantes de alto estilo, junto con casas temporales hechas de contenedores de
buques), son una fuente de esperanza, ya que gran parte del mundo no parece
estar preocupado planificando ni preparándose para los cambios que han de
venir.
Pero no
son sólo diseños de alta tecnología los que están construyendo el camino para
un futuro lleno de agua. Las comunidades en zonas propensas a inundaciones
llevan siglos diseñando construcciones resistentes a una vida en el agua, y sus
adaptaciones de baja tecnología –como
las casas construidas sobre pilotes– pueden aportar nuevas soluciones.
Cientos de
millones de personas viven en zonas costeras bajas en todo el mundo, como Nueva
Orleans, Japón y Bangladesh. Y mientras que los respectivos recursos que poseen
para hacer frente a la subida del nivel del mar varían, están unidos por un
desafío común. Y en todos estos lugares, hay mentes que piensan sobre cómo
podremos sobrevivir el difícil siglo que nos espera. “Tenemos la capacidad de
ser muy inteligentes si así lo queremos”, dijo Anderton. “Tenemos que
aprovechar nuestra inteligencia y nuestra voluntad, tanto a nivel local como
global“.
CONSTRUYENDO
SOBRE MATERIALES NATURALES Y FIRMES
Cuando se
trata de adaptarse a una vida en el agua, los habitantes de Ganvié, una aldea
centenaria construida en el Lago Nokoué de Benin, están muy avanzados. Todas
las estructuras de la aldea, incluyendo la que se muestra en la imagen
fotografiada por Iwan Baan, están construidas sobre sedimentos de madera y
otros materiales naturales, los que según la UNESCO pueden resistir décadas de
daños por el agua y las tormentas. Los residentes se desplazan en canoas, y
tienen una economía basada principalmente en la pesca y la piscicultura.
CASAS
FLOTANTES
Casi un
tercio de Holanda se encuentra por debajo del nivel del mar, y una comisión
nombrada por el gobierno predice que el nivel podría subir más de 120 cm
durante el próximo siglo. No es de extrañar entonces, que las casas flotantes
se estén volviendo cada más populares. Como consecuencia, firmas de arquitectos
como +31Arquitects están llevando el diseño de casas flotantes a nuevas
alturas. Iwan Baan fotografió esta casa de dos pisos y dos dormitorios llamada
“Watervilla de Omval”, que flota en el río Amstel de Amsterdam. La casa fue
diseñada por Jasper Suasso de Lima de Prado y Jorrit Houwert, y tiene todos los
elementos de una elegante y moderna casa, incluyendo una chimenea.
TECNOLOGÍA
DE BAJO COSTO
Bangladesh,
uno de los países más densamente poblados del mundo, es también uno de los más
vulnerables al cambio climático. El 2010, el fotógrafo Jonas Bendiksen capturó
esta foto de unos aldeanos en Gaibandha descansando durante la cosecha de yute
por encima del río Brahmaputra. Aquí la gente a construye sus casas sobre
pedestales de barro, a muy bajo costo, y esta adaptación de baja tecnología es
muy útil en un área propensa a las inundaciones.
ESCUELAS
FLOTANTES
Mohammed
Rezwan, un arquitecto que se crió en el noroeste de Bangladesh, ha desarrollado
una idea para ayudar a reemplazar los cientos de escuelas que son destruidas
cada año durante la temporada de monzones. Con fondos proporcionados por la
organización de desarrollo sin fines de lucro fundad por él mismo, Shidhulai
Swanirvar Sangstha, Rezwan se dedicó a transformar las tradicionales barcas en
escuelas flotantes, que también sirven como autobuses escolares. Cada escuela
cuenta con tres clases al día y puede albergar a 30 estudiantes, los que son
recogidos y entregados a lo largo del río. Rezwan también ha utilizado este
método para crear clínicas y bibliotecas flotantes. Desde 1998, ha modificado
más de 50 barcos, incluyendo éste en Pabna fotografiado por Jonas Bendiksen.
ARQUITECTURA
SOSTENIBLE Y COMPACTA
El verano
siguiente al desastre causado por el huracán Katrina en Nueva Orleans, Global
Green lanzó su Proyecto Santa Cruz, un concurso internacional de diseño para
inspirar a los residentes de la ciudad a “reconstruir en verde”. Los
arquitectos Mateo Berman y Andrew Kotchen fueron los ganadores, y en esta
fotografía de Stephen Wilkes puedes ver las cinco casas construidas a partir de
su diseño. Estos son excelentes ejemplos de una arquitectura sostenible y
compacta. A través de una combinación de tecnologías, utilizan un 75% menos de
energía que los “típicos edificios”, y pueden ahorrarles a sus propietarios
casi $ 2400 dólares al año en servicios públicos.
MATERIALES
LOCALES
Como parte
del proyecto “Ciudades Acuáticas de África”, que busca soluciones para la
adaptación de las ciudades costeras de África al cambio climático, el
arquitecto con sede en Amsterdam, Kunle Adeyemi regresó a su país natal,
Nigeria. Allí construyó una escuela flotante a partir de materiales locales de
Makoko, una comunidad vulnerable de pescadores a la orilla de la laguna de
Lagos. En esta imagen tomada por Iwan Baan, podemos ver a los estudiantes de
pie en la estructura adaptable en forma de triángulo, que también puede ser
utilizada como una casa, un centro comunitario o un lugar de culto. Adeyemi
cree que podría ser un prototipo muy útil para otras comunidades ubicadas sobre
agua en África.
CONTENEDORES
El
terremoto del 2011 en Tohuku y el tsunam







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